Halloween: La maldición de la traducción de terror
por Millaray Hurtado
En Southern Cone Translations somos entusiastas de las efemérides y en esta ocasión queremos compartir con ustedes un terrorífico post, por supuesto, a propósito de la celebración de Halloween este próximo 31 de octubre. Esta festividad, originaria de la antigua civilización celta, cada año suma más adeptos alrededor de todo el mundo, y Chile no es la excepción. En la víspera del Día de Todos los Santos (en inglés, All Hallow’s Eve), tanto niños como adultos adhieren a las tradiciones típicas de esta fecha, que incluyen el famoso dulce o truco, las fiestas de disfraces y convocatorias para disfrutar de clásicos del cine de horror.
Sin duda, el alcance global de Halloween se debe, en gran medida, a la popularidad que ha logrado el género del terror en el último siglo, primeramente, con la difusión de la novela gótica, que integra grandes títulos como Frankenstein o el Moderno Prometeo de la autora inglesa Mary Shelley; y más aún con la inauguración del cine de terror alemán, con estrenos como Nosferatu (1922), y luego norteamericano, que presenta obras como La Momia (1932). Por supuesto, hoy en día esta industria ha crecido a niveles sin precedentes y la traducción ha desempeñado un rol fundamental en este desarrollo, ¡te invitamos a recorrer este escalofriante viaje por la traducción del terror!
Resulta interesante preguntarnos sobre el papel que desempeñamos los traductores en la celebración de Halloween. Si pensamos en los personajes más influyentes del imaginario actual del 31 de octubre, ¿acaso conoceríamos al príncipe rumano Vlad Tepes, quien inspiró la historia del Conde Drácula, si no fuera por el traslado interlingüístico de su historia? ¿habrían llegado a nuestros oídos leyendas como la del jinete sin cabeza, originaria de la mitología irlandesa? ¿o alguna vez habríamos escuchado de los Yokai y Oni del remoto Japón?
No cabe duda de que detrás de todos estos relatos han existido traductores que se han fascinado por aquellas tenebrosas historias, y han emprendido la difícil tarea de llevar estas obras a los lugares más recónditos de todo el mundo. Sobre todo, es innegable la herencia de la cultura anglosajona en el género literario del terror, y es gracias a la traducción que hemos podido acceder al lúgubre mundo de Edgard Allan Poe, a los horrores cósmicos de H. P. Lovecraft y los excéntricos personajes de Stephen King; así como los lectores angloparlantes han tenido pesadillas con almohadones de plumas, pueblos fantasmas y casas embrujadas. Hoy la literatura de horror goza de más popularidad que nunca, dando lugar a traducciones a gran escala de los clásicos del género, y ha permitido el surgimiento de nuevas figuras, entre las que destacan autoras latinoamericanas como Mariana Henríquez y María Fernanda Ampuero.
Por supuesto, el arte más influyente en la cultura popular en torno a Halloween no ha sido directamente la literatura, sino que las adaptaciones cinematográficas de estas obras, incluyendo películas y versiones serializadas, pero también producciones originales en la línea de lo terrorífico y también del suspenso o thriller. El formato audiovisual, entonces, supone un nuevo desafío para los traductores del género del terror, caracterizado por este encuentro con lo desconocido.
Pesadilla en la traducción audiovisual
La traducción audiovisual (TAV), como una de las múltiples ramas de la traducción especializada, abarca la subtitulación y doblaje de textos audiovisuales para que sean comprensibles entre distintos idiomas. Como toda área de especialidad, la TAV debe lidiar con problemas específicos, que en este caso son solo lingüísticos, pero sobre todo técnicos. En el primer caso, encontramos dificultades como la alta frecuencia de culturemas y juegos de palabras en este tipo de textos, sobre todo si pensamos en series y películas. Además, esto se complejiza según el género de cada producción audiovisual, siendo la traducción de textos humorísticos la categoría más compleja.
Por su parte, los desafíos técnicos de la TAV están dados por las restricciones que imponen los formatos de subtitulación y de doblaje. Así, a los problemas de traducción se suman el límite en la cantidad de caracteres y de líneas en pantalla de los subtítulos, como también la dificultad de la sincronización del texto, en el subtitulado, y de las voces, en el caso del doblaje. Gracias a los avances en el desarrollo de softwares para la subtitulación, estos problemas son cada día más fáciles de sortear, pero aun así requieren de un dominio de la herramienta para ejecutar esta labor con la mayor precisión posible y brindar una buena experiencia al espectador.
Con el aumento de las plataformas de streaming, varias de ellas han desarrollado sus propias guías de estilo para subtítulos y closed caption. Una de las guías más conocidas es la de la plataforma Netflix, en ella se indican instrucciones para el subtitulado que incluyen tanto aspectos lingüísticos como técnicos. Así, podemos encontrar indicaciones como conversiones de unidades, uso de abreviaturas, traducción de nombres propios y puntuación; así como máximo de caracteres por subtítulo (43) y velocidad de lectura de los caracteres según rango etario, segmentación de las frases, indicaciones de traducción de imágenes en pantalla, fuente y tamaño del texto, uso de cursivas, entre otros.
En relación con el género del terror, estas restricciones de la TAV se complejizan aún más al considerar algunos aspectos distintivos de este tipo de relatos. Según señalan algunos estudiosos de este género, la traducción del terror debe considerar fundamentalmente el impacto que este tipo de relatos buscan generar en el receptor, esto es: miedo. Para lograr este efecto, la historia se debe desarrollar en forma tal que genere suspenso. En el caso de los textos escritos, esto se puede lograr mediante recursos como el ritmo del relato, dado por los signos de puntuación, entre otros elementos netamente textuales; mientras que, en las obras audiovisuales, esta generación de intriga siempre está acompañada de otros aspectos, como pueden ser la imagen o los arreglos sonoros (música y otros efectos de sonido).
De esta manera, es sumamente importante que, en la traducción audiovisual de películas y series de terror, tanto el subtitulado como el doblaje respeten este ritmo de la narración para mantener su factor sorpresa y lograr el efecto deseado. Un elemento que puede parecer tan superfluo como la precisa sincronización de los subtítulos o del doblaje se vuelve particularmente crucial en las producciones de este género, pues cualquier desfase puede desviar la atención del espectador y provocar que se pierda la tensión del relato. Junto con ello, es fundamental que no se produzcan errores de traducción que puedan llevar a una mala interpretación de la historia o de sus diálogos. Algunos elementos importantes a los que prestar atención de las producciones de terror pueden ser las referencias intertextuales a otras obras de este estilo, así como también referencias míticas y religiosas que le son propias.
Entre los estudiosos y profesionales de la TAV, existen actualmente algunos debates sobre la traducción de obras audiovisuales de terror. En primer lugar, nos encontramos una vez más con el dilema de: ¿adaptar o mantener? Esta discusión se da, sobre todo, en torno a la traducción de los títulos de las películas de terror. Si bien este problema no es único del género, es de amplio conocimiento que en este tipo de traducciones se tiende a la adaptación como estrategia de traducción. Algunos casos emblemáticos son Saw, conocida como El juego del miedo en Hispanoamérica, y Beetlejuice, adaptada como Bitelchús en su versión española.
De acuerdo con los autores, la decisión de la traducción de los títulos de películas atiende a factores que ya no tienen que ver tanto con la obra en sí, sino con su recepción. En este sentido, para lograr que los filmes tengan éxito fuera de su lugar de producción, muchas veces es necesario que pasen por un proceso de localización, de manera que el producto se vuelva atractivo para el público receptor desde el momento en que ve el título. De allí que encontremos una gran cantidad de películas, cuyos títulos originales no implican algo terrorífico, con intensificadores en su traducción al español que sí enfatizan en este componente. Algunos ejemplos son: Mirrors, en español Espejos siniestros; The Possession, traducida como Posesión satánica; o la popular saga de Silent Hill, conocida en español como Terror en Silent Hill.
Un segundo debate sobre la TAV de terror tiene que ver con las ventajas y desventajas de la producción de subtítulos para plataformas de streaming. Algunos profesionales de la traducción han demostrado su descontento con la calidad de los subtítulos de películas thriller disponibles en soportes digitales, donde se pueden encontrar no solo fallas técnicas como las que mencionábamos antes, pero también incluso errores de traducción. Esto se debe, de acuerdo con los traductores, a un proceso de desprofesionalización del subtitulado propiciado por las compañías de streaming.
Según señalan, a pesar de que las plataformas cuentan con sus directrices para el proceso de subtitulación, en muchos casos sucede que quienes asumen esta tarea no son profesionales del lenguaje, sino personas con algún grado conocimiento de la lengua de origen de la obra. Por supuesto, los errores que esta falta de instrucción podría provocar no es culpa de los voluntarios a cargo de la labor, quienes simplemente han tomado esa ocupación como una opción para generar ingresos, sino que la responsabilidad cae sobre las mismas empresas que no establecen los filtros necesarios para asegurar una traducción de calidad, devaluando, así, el trabajo de los traductores y también la categoría de sus transmisiones.
Por último, un tema de debate muy vigente en TAV actualmente son los desafíos de la subtitulación para personas sordas (SpS). La SpS es un tipo de traducción intermodal, en la que se describen los componentes auditivos del texto audiovisual mediante texto escrito. Así, los subtítulos para personas con discapacidad auditiva incluyen descripciones de los efectos de sonido y la música, además de los diálogos. En el mundo hispano, esta modalidad de subtitulación se introdujo recién durante la década de los 90, por lo que es una especialización relativamente reciente y en constante actualización para brindar la mejor experiencia posible a la comunidad sorda.
Algunos de los principales problemas que enfrenta la SpS hoy en día tienen que ver con la falta de regulaciones en el mercado de la traducción audiovisual y del subtitulado que estandaricen las normas de SpS. A pesar de que existen algunas normas desarrolladas por la Unión Europea, estas no son de cumplimiento obligatorio, lo que produce una falta de criterios de calidad y uniformidad en este tipo de subtitulado. Las directrices actuales sugieren que la música debe describirse solo si es significativa para entender la trama, y puede ser descrita según el estilo de música; la sensación que produce; o, en caso de ser una pieza con autor y título identificable, se debe consignar esta información, lo mismo si el contenido de la letra es relevante.
El problema radica en que tanto la importancia de la música como la manera de describirla recae netamente en el criterio de la persona que subtitula. De esta manera, no existe ninguna consistencia en la manera en que se describen los elementos sonoros, así como tampoco existe la suficiente preparación o guía para que los encargados de los subtítulos puedan identificar cuándo es realmente importante subtitular la música y cuándo no. Según los investigadores, es necesario realizar estudios que demuestren la relevancia de aportar información sobre la música para personas no-oyentes. Algunas investigaciones pioneras han comenzado a observar el impacto de la música en espectadores oyentes al momento de ver, precisamente, películas de terror, ya que es un género donde el elemento sonoro definitivamente juega un rol importante en la generación del suspenso y, por tanto, es relevante para el desarrollo de la narrativa del texto audiovisual.
¿Habías pensado en las películas de terror desde una perspectiva traductológica? Esperamos que esta sintética revisión haya sido de tu interés y motive tus ánimos para festejar este 31 de octubre. ¡Feliz Halloween les desea Southern Cone Translations!
Bibliografía
https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/8690571.pdf
http://biblio.traductores.org.ar/documentos/05518.pdf
https://revistas.uma.es/index.php/revtracom/article/view/17564/19039